¡Oh sorpresa!, los mellizos de pronto cantan en francés. Es curioso como los juegos van y vienen. Con un añito los mellizos les encantaba bailar y "cantar" y teníamos una lista de reproducción en Youtube para fomentar su parte lingüística francesa con canciones tradicionales. Luego superamos la fase Cantajuegos y se pasó la etapa bailes a favor de películas y dibujos. En la guardería cantaban, pero sin más. Y de pronto, ha sido empezar P3 y venir día sí, día también cantando. De pronto vuelven a pedir los videoclips de música, les vuelve a encantar el Maná Maná de los Muppets y las canciones tradicionales francesas que durante un tiempo fueron desterradas por el Gangnam Style, Britney Spears (como lo oís) y Efecto Pasillo: juro que lo escogen ellos.
Es un orgullo anunciar que Pol e Izan se han arrancado a cantar en francés. Y es que mantenerme firme para hablarles siempre en francés en un entorno en que nadie más lo hace, no ha sido fácil. El padre ha ido aprendiendo con ellos, así que no es que fuera evidente darles a los niños instrucciones y al mismo tiempo comprobar si Andrés lo había entendido para que por lo menos, si no lo reforzaba, no lo contradijera. Alguna vez se ha dado que yo explicaba algo en francés y al segundo siguiente él daba una alternativa contraria, sin mala fé, en castellano. Pero más difícil todavía ha sido mantener mi conversación en francés cuando delante estaban los abuelos paternos, porque seamos francas, las instrucciones que damos son a veces tanto o más para los abuelos que para los propios niños (véase "con una chuchería hay suficiente por hoy, no se puede comer ninguna más"). La verdad, estos son los momentos que más he flaqueado, es poco práctico decirlo todo dos veces.